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Coronavirus en Disneyland París: actualización

Como ya mencionamos en la primera entrada sobre este tema, Disneyland París cerró el 14 de marzo de 2020 debido a las directivas del gobierno francés sobre el coronavirus. A principios de mes la orden era de prohibir las aglomeraciones de más de mil personas en lugares cerrados, y siendo Disneyland París un lugar abierto, siguió abierto. Sin embargo, la segunda semana fue evidente que la situación era insostenible y Disneyland París anunció el cierre de los parques, golf, Disney Village y hoteles el lunes 16 de marzo.

Pero la tarde del viernes el gobierno francés endureció las medidas y prohibió aglomeraciones de más de 100 personas, fuese en el exterior o interior, una medida con la que era imposible no solo abrir Disney, sino incluso tener a los trabajadores en las instalaciones. Por lo tanto, el sábado 14 de marzo los dos parques Disney cerraron y comenzó a evacuarse tanto el Disney Village como los hoteles Disney, ayudando a los guest presentes a encontrar la manera más rápida de poder volver a casa.

Desde el domingo 15 de marzo, en Disney solo se encuentra un grupo muy reducido de Cast Members, aquellos que son imprescindibles para el mantenimiento del lugar: agentes de seguridad, bomberos, los cuidadores de varios animales, etc. Todo ello asegurándose de que nunca haya 100 personas en las instalaciones y manteniendo las distancias de seguridad. El resto de trabajadores trabaja a distancia si su trabajo lo permite y, si no, está en cuarentena en casa.

Aunque Emmanuel Macron anunció estas medidas el viernes 13, no fue hasta el lunes que anunció oficialmente una cuarentena, del martes 17 de marzo al martes 31 de marzo, pero pudiendo ser prorrogada. Según el consejo científico del presidente, aún no hemos llegado al pico de la epidemia, por lo que el viernes 27 de marzo el Primer Ministro Edouard Philippie anunció que la cuarentena continuaría hasta el miércoles 15 de abril, siendo esta fecha también prorrogable si lo considerasen necesario.

Esto significa que Disneyland París no puede abrir antes del 16 de abril como muy pronto, pero parece difícil que vaya a hacerlo tan pronto. Incluso aunque la cuarentena terminase, es probable que tarden un poco más en abrir, ya que todos los equipos que habrán pasado un mes sin ir a trabajar tendrán que preparar sus atracciones, restaurantes, etc. para asegurarse de que todo está listo para acoger a los guest de nuevo.

Esto quiere decir que cualquier visita a Disneyland París antes de mayo es probable que sea imposible, y aún no podemos ni imaginar cómo será la situación en mayo. Viendo el ejemplo de China, donde sus parques Disney están abriendo poco a poco en estos momentos, podemos suponer que en junio volverá a estar abierto, pero a estas alturas son todo suposiciones.

Quienes tuviesen reservado un viaje a Disneyland París en estas fechas pueden encontrar información sobre aplazamientos y cancelaciones en la primera entrada que publicamos sobre la situación: aquí.

Buena suerte a todos.

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Lectura en tiempos de coronavirus

Como muchas personas en todo el mundo, en Francia ahora mismo estamos en cuarentena. No podemos (o no deberíamos) salir más que para trabajar, si tenemos un empleo esencial para el funcionamiento del país, o para comprar comida o medicamentos. Además yo, que tenía unos cuantos días libres antes del inicio oficial de la cuarentena, llevo unos días extra encerrada en casa. Viendo la situación en los países vecinos, supe lo que se nos avecinaba e hice acopio de libros, suponiendo que pasaría los días viendo películas y leyendo.

Sin embargo, apenas he visto alguna serie y sí estoy leyendo bastantes libros. Además, ya se ha anunciado que la cuarentena se mantendrá hasta al menos el 15 de abril, por lo que probablemente para cuando todo esto haya terminado habré leído todo lo que pretendía leer este año (me puse una meta pequeña, 12 libros en todo el 2020).

Aún no estamos ni a la mitad, y algunas de los libros que voy a mencionar los leí antes, pero aquí están mis lecturas de cuarentena:

[…]

via Lectura en tiempos de coronavirus

En pantalla · Francés

5 series francófonas que ver esta cuarentena

En muchos países, entre ellos Francia y España, estamos en cuarentena para evitar la propagación del coronavirus o Covid-19. Ante esto, hay que descargar todo un arsenal de hobbies con los que mantenernos ocupados y así evitar la tentación de salir a la calle. No hace falta que recomiende series como La casa de papel Juego de Tronos porque creo que toda persona sobre la faz de la Tierra las conoce y, si no se las ha visto, seguramente sea porque no quiere verlas. Así que voy a aprovechar para recomendar algunas series francófonas con las que poder practicar un poco de francés o, al menos, cambiar un poco del típico estilo hollywoodiense al que estamos acostumbrados.

Baron Noir

La política es un mundo oscuro en todas partes, incluso en Francia. En este thriller político y policial nos presenta a Rickwaert, un alcalde corrupto de la ciudad de Dunkerque, en el norte de Francia, que malversa fondos para financiar de manera ilegal la elección presidencial de su compañero de partido.

La serie tiene 24 episodios divididos en 3 temporadas y en Francia se considera una de las mejores series que han producido en los últimos años. Aunque en su país de origen la produce Canal +, en España se puede ver en HBO.

Reseña en Series para gourmets, de Lorenzo Mejino, aquí.

Marianne

¿Prefieres las series de terror? No hay problema. Netflix ha empezado a producir series fuera de EE. UU. estos últimos años, lo que nos viene de maravilla a quienes queremos ver algo diferente, y una de las series francesas que produjo es Marianne:

Emma lleva años escribiendo libros protagonizados por Marianne, pero justo cuando publica el último y pretende dar carpetazo al personaje descubre que lo que ha escrito se ha convertido en realidad. Emma debe volver a su pueblo natal para descubrir qué está pasando.

La serie tiene una sola temporada y se puede ver en Netflix.

Les Revenants

Una de las primeras series francesas en tener éxito mundial, Les revenants no era especial en su planteamiento base, pero se pudo diferenciar por la atmósfera que creaba:

En un pequeño pueblo de montaña, dominado por un embalse, un día aparecen varias personas… que habían muertos años atrás. Hay niños y adultos, gente muerta hace poco y otros hace años, suicidios, accidentes y asesinatos. Los revenidos intentan crear una nueva vida en el pueblo, pero esto es difícil cuando tu familia ha superado tu muerte, sea hace una década o hace cuatro. Por si esto fuera poco, el pueblo empieza a sufrir extraños incidentes naturales.

Les revenants terminó tras dos temporadas de 16 episodios en total y aunque era de Canal + en España es HBO quien lo transmite.

La Trève (La Tregua)

Volvemos al mundo policíaco, pero en esta caso a Bélgica, cuyas series son aún más desconocidas que las francesas, pero últimamente están teniendo unos años muy productivos. La serie tiene 2 temporas y en España se puede ver en Sundance TV.

En un pequeño pueblo de Bélgica encuentran muerto a un joven de origen africano, jugador de fútbol de tercera división. En un principio se declara la muerte un suicidio, pero Yoann, un policía nativo de la zona pero que acaba de ser transferido desde Bruselas, descubre que es un asesinato. El incidente va a destapar los trapos sucios de un pequeño pueblo y descubriremos qué ha pasado tanto con la víctima como con el policía.

Reseña de Lorenzo Mejino de Series para gourmets, aquí.

Ennemi Public

Y terminamos también en Bélgica, con otra serie francófona de 2016. Ennemi public serie tiene dos temporadas, aunque la tercera está en producción, y en España se puede ver en Movistar Plus.

En un pequeño pueblo belga, un violador y asesino de niños es liberado y va a vivir a un monasterio. Los habitantes del pueblo, evidentemente, no están nada contentos, pero esta olla a presión explotará cuando una niña desaparezca. Una policía tiene que proteger al pederasta para que algún vecino no le mate y, a la vez, tienen que encontrar a la niña.

Reseña de Lorenzo Mejino en Series para gourmets, aquí.

Bonus:

Evidentemente, hay más de cinco series en francés que son interesantes, pero algunas son menos accesibles. Para quienes hablen francés y no dependan de grandes plataformas, hay otras dos series que pueden valer la pena.

L’effondrement es una serie muy original, de 2019, disponible en Canal + France o en YouTube, donde los creadores suben un episodio cada mes. Sin embargo, hay que verla en francés. Un poco al estilo Black Mirror, la serie muestra en un gran plano secuencia lo que ocurre en un lugar en concreto en un momento en concreto, días después de que suframos una especie de colapso medioambiental. Cada episodio se centra en un lugar distinta, siendo algunos de ellos más positivos y otros más negativos (en general es muy pesimista). Lorenzo Mejino tiene una reseña más extensa en su blog.

Por otro lado, en Canadá han sacado una serie noir francófona muy al estilo escandinavo, con un asesinato misterioso en un pequeño pueblo de frontera en el norte de Canadá, aislado y cubierto de nieve. Como en otras series similares, a la vez que la detective investiga el asesinato descubrimos también su pasado. En España acaba de estrenarse en Cosmopolitan. Mejino escribe también sobre esto en Series para gourmets.

 

Arte · Louvre · Museo · Paris

10 cuadros del Louvre

El Museo del Louvre, el museo de arte más grande y el más visitado del mundo, tiene más de 7500 pinturas, de entre el siglo XIII y 1848, creados por más de mil artistas, de los que casi dos tercios son franceses. Con estos números hay cientos cuadros que son buenos representantes de sus movimientos artísticos, países, autores o estilos, pero sería difícil hacer una lista de todos ellos. Así que aquí he recopilado diez de los cuadros más importantes que podemos encontrar en el museo.

Louvre panoramique
Cour Napoléon

Coronación de Napoleón – Jacques-Louis David

David fue uno de los grandes pintores de Francia, produciendo montones de obras significativas entre la Revolución francesa y el imperio napoleónico. Marcó un cambio del estilo rococó que había dominado hasta entonces a un estilo más severo y clásico.

Creyente acérrimo de la Revolución francesa, era amigo personal de Robespierre, y cuando este fue derrocado y decapitado David terminó en la cárcel. Sin embargo, cuando fue liberado encontró su nueva pasión política: Napoleón. Durante esta época desarrolló su estilo imperio y, al haber tenido un gran número de estudiantes, su estilo dominó gran parte del arte francés del siglo XIX, especialmente el destino al Grand Salon.

Aunque David tiene un gran número de cuadros impactantes y de los Bonaparte, este es probablemente el más apoteósico. Mide más de seis metros de alto y casi diez de alto, presenta innumerables figuras famosas de la época, y presenta una escena clave en la historia de Europa. Los colores son deslumbrantes y los detalles minuciosos. Es tan increíble que nada más presentarlo al público un grupo de empresarios estadounidenses le encargaron una réplica del mismo tamaño que ahora se expone en Versalles.

Es uno de los auténticos imprescindibles del Louvre.

Coronación de Napoleón
Jacques Louis David

La Libertad guiando al pueblo – Eugène Delacroix

Delacroix, líder de la pintura romántica francesa desde sus comienzos, es uno de los artistas más sorprendentes del Louvre, museo que tiene más de 50 de sus cuadros.

Al contrario de lo que mucha gente piensa, este cuadro no representa la Revolución francesa, sino la Revolución de 1830, que acabó con el reinado de Carlos X de Francia. El propio Delacroix dijo en una carta a su hermano que «si no he luchado por mi patria, al menos pintaré por ella».

El cuadro está lleno de simbolismo: la Libertad, con el gorro frigio, un pecho fuera, y liderando la barricada con la bandera francesa en la mano, una imagen que pasaría a ser símbolo de Francia; todas las clases sociales están representadas, con el burgués llevando un sombrero de copa, el joven estudiante de la famosísima École Polytechnique con un bicornio; y el proletariado, representado por el niño con las pistolas. Y al fondo, entre el humo de la lucha, podemos ver que incluso en Notre Dame hondea la bandera tricolor.

Es probablemente el cuadro más conocido en todo el Louvre después de la Mona Lisa, ya que ha tenido una gran influencia en la cultura popular. Si no empujó a Victor Hugo a escribir Los miserables, como mínimo el niño con las pistolas fue la inspiración de Gavroche; y la Estatua de la Libertad de Nueva York, que Francia regaló a EE. UU. 50 años después de la creación del cuadro, está basado en la Libertad de este cuadro.

En el podcast In Our Time debatieron sobre el cuadro.

La Libertad guiando al pueblo
Eugène Delacroix

San José Carpintero – Georges de la Tour

De La Tour es uno de esos artistas cuyos cuadros probablemente hayamos visto algunas vez, pero del que nunca hemos oído hablar. Pintor francés barroco, activo a mediados del siglo XVII, hasta hace poco no se le prestó tanta atención como a otros pintores de su época, quizá porque vivió principalmente Lunéville, un pequeño pueblo de Lorena.

Su mayor influencia parece haber sido el arte neerlandés, donde probablemente aprendió la técnica del claroscuro de la Escuela Caravaggista de Utrecht; además, en aquella época hubo un resurgimiento franciscano en la región, y De La Tour pasó de pintar tanto cuadros de género como religiosos a pintar exclusivamente religiosos.

Esta obra es el ejemplo perfecto del estilo tenebroso del autor, usando el claroscuro y representando a José y a Jesús en pleno trabajo. José trabaja de noche, con un barreno y un trozo de madera. El barreno tiene la forma de la cruz y la madera, frente al Niño Jesús, aluden a la crucifixión. Además Jesús mantiene la luz a la altura de su padre, pacientemente, mostrando su obediencia y la aceptación de su condición de mártir. Además, que sea Jesús quien sostiene la vela nos recuerda también que Jesús es la Luz del Mundo.

De La Tour muestra varios contrastes: la vejez de José frente a la juventud de Jesús, con sus caras una al lado de la otra; representa una familia divina con una escena cotidiana, un padre de familia trabajando duramente; y por supuesta, la fuerte luz, que ilumina la cara del niño y su mano en un cuadro que está casi por completo en la sombra.

Saint Joseph charpentier
Georges de La Tour

El naufragio de la Medusa – Théodore Géricault

Contemporáneo de Delacroix, Géricault fue parte del movimiento romántica en Francia. Aunque tenía un talento innegable para la pintura, su temperamento también era muy fuerte, por lo que con 19 años se fue del estudio de su mentor, Pierre-Narcisse Guérin, y se entrenó copiando obras de Velázquez, Rubens, Rembrandt y Tiziano en el Louvre. Al la vez, pasó mucho tiempo en Versalles, donde podía acudir a los establos de palacio y aprendió a pintar caballos con gran realismo.

Sus primeros cuadros famosos, de entre dos y tres metros, mostraban soldados en batalla con sus caballos, y ya apuntaban a su preferencia por el drama y la expresividad. Así que un par de años después, tras un breve paso por el ejército, Géricault decidió crear una pintura monumental que escandalizase al público y le hiciese famoso.

Para ello se inspiró de un hecho real: una nave, la Medusa, naufragó frente a la costa de Mauritania, y más de 100 personas tuvieron que sobrevivir en una balsa durante 13 días tras ser abandonados por el capitán. Los primeros tres días la mitad de los pasajeros murieron o en peleas o arrastrados al mar por las olas; el cuarto día empezaron a comerse cadáveres; y el octavo día 15 de los hombres más fuertes lanzaron al resto de pasajeros más débiles o enfermos al mar. Solo estos 15 últimos sobrevivieron.

Delacroix se entrevistó con varios supervivientes y visitó hospitales para reproducir el aspecto de cadáveres y moribundos correctamente. Decidió pintar el momento en el que los supervivientes ven un barco a lo lejos e intentan hacer señales, pero añadió cadáveres y una mar revuelta para darle dramatismo. Y como él bien había predicho, el cuadro causó sensación y le catapultó a la fama. Poco después de morir, el Louvre compró la obra para el museo.

El naufragio de la Medusa
Théodore Géricault

La Mona Lisa – Leonardo da Vinci

Probablemente la obra de arte más famosa del mundo, Lisa Gherardini (Mona Lisa), la mujer de Francesco del Giocondo (la Gioconda), fue pintada por Da Vinci alrededor 1503. Se piensa que el retrato podría haber sido encargado para celebrar el nacimiento de su hijo, Andrea; pero sea como sea, Leonardo siguió trabajando en él hasta 1517 y se lo llevó consigo a Francia, donde terminó siendo comprado por el rey Francisco I.

Hoy en día nos es difícil imaginar que un cuadro tan simple tuviese tanto peso en la obra del arte; sin embargo, la influencia de la Mona Lisa en el arte florentino fue inmediata. Los retratos no solían incluir toda la mitad del cuerpo, con brazos y manos, o en una pose tan natural, descansando. Además, detrás de la protagonista, que está sentada en una logia, podemos apreciar un paisaje natural como si mirásemos fuera de una ventana.

Pero además, es importante en la obra de Da Vinci por su uso del sfumato, una técnica muy personal del artista. Su efecto se ve especialmente en los ojos y la boca, ya que provocan que el espectador no sepa si Mona Lisa está sonriendo o no, y parece que sus ojos le miran, da igual en qué parte de la habitación se encuentre.

Aunque en el siglo XIX empezó a considerarse una obra maestra de la pintura renacentista, el cuadro no era conocido por el público general. Todo esto cambió el 21 de agosto de 1911, cuando el cuadro desapareció del Louvre. El caso causó furor por todo el mundo, y aun más en 1913, cuando encontraron al ladrón y lo devolvieron al Louvre.

Desde entonces, todo el mundo conoce a Lisa Gherardini.

Mona Lisa, Gioconda
Leonardo da Vinci

Las bodas de Caná – Paolo Veronese

Cuando cualquier visitante entra a la Sala de la Joconda en el Louvre, va a ver una sola cosa: la Mona Lisa. Y sin embargo justo enfrente hay un cuadro que es el contrario absoluto: si la Mona Lisa es pequeña, Las bodas de Caná es monumental; si la Mona Lisa es el cuadro más conocido del mundo, quienes no son expertos en arte solo conocen Caná como «el cuadro que está enfrente»; y si el museo nunca querría deshacerse de la Joconda, sí estuvo dispuesto a renunciar a Caná, pero no pudo.

A mediados del siglo XVI los monjes benedictinos de la Basílica de San Giorgio Maggiore encargaron a Paolo Veronese que hiciese un cuadro sobre las bodas de Caná, en las que Jesús convirtió el agua en vino, para adornar el refectorio del monasterio. Y así lo hizo, en el estilo manierista del Alto Renacimiento, en una enorme obra de más de seis metros de alto y nueve de ancho.

En 1797, durante la campaña de Italia de las guerras revolucionarias francesas, los soldados de Napoleón decidieron llevarse el cuadro como botín de guerra. Sin embargo, por sus dimensiones no era fácil de manejar, así que cortaron el cuadro en cuatro trozos y lo enrollaron para transportarlo a Francia y allí coserlo. Después de las Guerras Napoleónicas los estados italianos exigieron que les devolviesen los cuadros saqueados, pero el Louvre indicó que Las Bodas de Caná era demasiado frágil, por lo que en su lugar acordaron enviar Cristo en casa de Simón de Charles Le Brun.

Finalmente en 2007, en el 210 aniversario de su robo por las tropas napoleónicas, se instaló una reproducción hecha con tecnología moderna en el refectorio de la basílica original.

Las bodas de Canaa
Paolo Veronese

Retrato de la Marquesa de Pompadour – Maurice Quentin de La Tour

Jeanne Antoinette Poisson era la hija de una familia burguesa parisina y no solo recibió una educación privilegiada, especialmente en las artes, sino que también conoció a personajes ilustres de la época, como Voltaire, Diderot o Rousseau.

Después de casarse con otro hombre de la alta burguesía, Jeanne consiguió acudir a la corte de Versalles y conocer al rey, que enseguida se enamoró de ella, y en 1745 pasó a ser la favorita del rey. Y como para residir en la corte debía tener un título, el rey compró para ella el marquesado de Pompadour, convirtiéndose así en Madame de Pompadour.

No es raro que haya obras representando a la amante del rey, pero hay muchos cuadros de Pompadour en parte porque fue una gran mecenas de las artes, especialmente del estilo y de artistas rococó como François Boucher. También por ello en este cuadro vemos a madame de Pompadour rodeada de objetos que hacen alusión a las artes: una partitura de música, un globo terráqueo, un instrumento detrás de ella, y varios libros, entre ellos la Encyclopédie. El vestido de la marquesa es exquisito, a la última moda, pero la ausencia de joyas la muestra en un aire íntimo y personal.

Este cuadro de De La Tour fue un éxito. La retratada aparece preciosa, pero no ostentosa; femenina e intelectual; no solo como la favorita del rey, sino también como una persona poderosa e influyente dentro de la corte en Versalles.

Madame de Pompadour
Maurice Quention de La Tour

La cerradura – Jean-Honoré Fragonard

Fragonard fue uno de los pintores rococó más conocidos, junto con su maestro François Boucher, y esta es a su vez una de sus pinturas más famosas. El artista realizó varias escenas amorosas, pero esta va más allá y es sugerentemente sexual: la cama está deshecha, el hombre está en ropa interior, están poniendo la cerradura de la puerta, y la manzana sobre la mesa recuerda a la tentación de Eva.

La cerradura
Jean Honoré Fragonard

La Grande Odalisque – Jean-Auguste-Dominique Ingres

La Grande Odalisque es una de las obras más conocidas de Jean-Auguste-Dominique Ingres, uno de los mayores pintores franceses del siglo XIX, y significó un cambio de la pintura neoclásica al romanticismo exótico en el arte de la época.

El cuadro lo encargó Carolina Bonaparte, por aquel entonces reina de Nápoles junto a su marido, Joachim Murat, que fue un militar al mando de su hermano Napoleón Bonaparte. Ingres se inspiró de desnudos reclinados como el de la Venus de Dresde de Giorgione (1510) o la Venus de Urbino de Tiziano (1538); y la postura, de espaldas pero mirando al espectador recuerda al retrato de Madame Récamier, de Jacques-Louis David (1800). Además, el cuerpo alargado de la modelo y la paleta de colores muestran una clara inspiración del manierismo, especialmente de La virgen del cuello largo de Parmigianino (1540).

La crítica de la época odió el cuadro, especialmente que no fuese anatómicamente correcto: se dijo que la figura tenía «una o dos vértebras de más». En realidad, no fue un error de Ingres, sino un efecto intencionado: prefería dibujar la figura demasiado alargado para así darle un cuerpo más curvilíneo. Sin embargo, con los años la crítica dejó de cebarse con Ingres y, una vez el romanticismo estaba más en boga, empezó a apreciar más sus obras. Tanto que en 1899 el Louvre compró este cuadro para el museo.

La grand odalisque
Jean Auguste Dominique Ingres

La Virgen de las rocas – Leonardo da Vinci

Este cuadro será conocido para los fans de El código Da Vinci, ya que es uno de los cuadros que los protagonistas analizan para resolver el misterio. En realidad hay otra versión de este cuadro en la National Gallery de Londres, que o el propio Leonardo o sus estudiantes pintaron para la iglesia de San Francesco Maggiore de Milán, y fue comprada por el artista británico Gavin Hamilton a finales del siglo XVIII.

La versión del Louvre, la que visitan tanto en el libro como en la película, es la más antigua de las dos versiones, pintada completamente por Leonardo, y muestra la técnica del sfumato por la que es conocido Da Vinci. Sin embargo, debido a que el Louvre realiza restauraciones mínimas en los cuadros del artista, no se aprecian demasiado los colores, cosa que sí pasa en la versión inglesa.

La virgen de las rocas
Leonardo da Vinci
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Disneyland París CIERRA por el coronavirus

Después del cierre de los resorts Disney en Shanghai, Hong Kong y Tokio; los parques occidentales también cierran debido al coronavirus. La tarde del jueves 12 de marzo Disneyland en Anaheim, California; y Walt Disney World en Orlando, Florida; anunciaron su cierre por orden del gobierno de Estados Unidos.

En Francia, el presidente Emmanuel Macron dio un discurso televisado a las 8 de la noche anunciando nuevas medidas de contención de la epidemia, como el cierre de colegios y universidades o el pago de las bajas por enfermedad para las empresas que tengan que cerrar.

En la madrugada del jueves 12 al viernes 13 de marzo The Walt Disney Company confirmó que también iba a cerrar los dos parques de París: Disneyland París y Walt Disney Studios. Sin embargo, los hoteles y el Disney Village (la zona de tiendas y restaurantes) seguirá abierta, por lo que técnicamente quienes tengas reservas en los hoteles pueden acudir si quieren. El cierre será, como mínimo, hasta finales de mes.

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En el caso de quienes tengan reservas de hoteles hechas con Disney, se puede pedir el reembolso o cambiar de fecha. Si tienes una reserva con la fecha de llegada hasta el 1 de junio de 2020, debes contactarles antes del 15 de abril para cambiar la fecha del viaje, sin ningún coste. Puedes cambiar la fecha de llegada hasta el 15 de octubre de 2020. La cancelación también es gratuita.

En cuanto a los vuelos, la situación siempre es más complicada. Si el vuelo se anula, los viajeros tienen que ser reembolsados del importe completo del vuelo, según el reglamento europeo 261/2004. En caso de que el vuelo no sea anulado, la cosa se pone difícil. Lo mejor es informarse caso por caso; llamar a la compañía, enviar un correo electrónico o contactarles por redes sociales.

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París y el coronavirus: novedades

Como todo el mundo sabrá, el coronavirus está muy propagado en Europa y está empezando a alcanzar su punto máximo de gravedad. En el caso de Francia, ahora mismo, hay cerca de 3000 infectados y casi 50 muertos; es decir, está un poquito por detrás de España. De hecho, se considera que tanto España como Francia están alrededor de 9 días por detrás de Italia en cuanto a la progresión de la epidemia.

En un principio se cancelaron los lugares donde se reúnan más de 1000 personas en un espacio cerrado, teniendo que cerrar los estadios de fútbol al público y jugarlos a puerta cerrada. Los museos más grandes, como el Louvre y el Museo de Orsay, no cerraron, pero sí restringieron tanto el acceso que la única forma de acceder era habiendo comprado un billete con fecha y hora de acceso reservado.

Sin embargo, tras el discurso del presidente Macron el jueves por la noche, las medidas van a restringirse mucho a partir del lunes 16 de marzo. Todos los establecimientos escolares de Francia van a cerrar durante 2 semanas, pudiendo evidentemente alargar esta fecha si lo consideran necesario. Se mantiene el transporte público en todo el país, por lo que no debería haber problemas para moverse por París, aunque hay que tener en cuenta que los agentes ferroviarios pueden enfermar como cualquier otro.

En el caso de Disneyland París, los parque CERRARÁN el lunes 16 de marzo y al menos hasta finales de mes. Los hoteles seguirán abiertos y el Disney Village, la zona de tiendas y restaurantes, también. Todavía no se sabe si aumentarán la animación en los hoteles (como sí hicieron los 3 días que cerraron después de los atentados de Bataclán), pero es de suponer. Es aconsejable contactar con los agentes de viajes para pedir un reembolso o aplazar el viaje. Más información aquí.

En el caso de museos u otros monumentos, todavía no hay comunicados oficiales, pero sería de extrañar que cierre todo y ellos sigan abiertos. Lo más probable es que hasta mínimo finales de marzo todo esté cerrado. Lo ideal es contactar con ellos directamente para que os reembolsen si ya teníais los billetes comprados.

De momento no hay mucha más información. Actualizaré si hay novedades.

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Las temporadas en Disneyland París

Si has visto anuncios de Disneyland París seguramente haya sido de alguna de sus temporadas: Navidad, Halloween, Star Wars, Marvel, El rey león… Y si te has informado para planificar un viaje, puede que hayas oído cosas como «Ve en esta época porque verás tal temporada» o «Esa temporada es ridícula, ve cuando no haya ninguna». Y, seguramente, todo esto te suene a chino. Así que vamos a aclarar las cosas:

¿Qué temporadas hay en Disney y merece la pena ir a verlas?

 

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Qué son las temporadas

Disneyland París tiene una decoración y espectáculos «por defecto», es decir, cosas que ocurren a diario, todos los días del año. Por ejemplo, siempre tendrás el castillo, esculturas florales, la cabalgata y los fuegos artificiales. Esto no forma parte de ninguna temporada ni evento especial; cambia cada varios años porque el parque está en constante renovación, pero siempre tienes todo esto asegurado.

Sin embargo, tres o cuatro veces al año hay temporadas: uno o dos meses durante los cuales el parque recibe una decoración distinta, los personajes se ponen ropa de la misma temática y el entretenimiento también cambia. Estas temporadas pueden tener relación con la época del año, como Halloween y Navidad, que son ya clásicos; pueden estar relacionados con eventos de Disney más generales, como las temporadas de Frozen y El rey león poco después de que saliesen las películas; o, finalmente, pueden ser los aniversarios del parque, una vez cada 5 años.

Las temporadas

Las más conocidas son las dos que ocurren todos los años, sin falta, en todos los Disney del mundo: Halloween y Navidad.

HALLOWEEN

La temporada de Halloween en Disneyland París es una mezcla entre festival otoñal y Halloween propiamente dicho. Hay muchas decoraciones de calabazas, incluso espantapájaros con calabazas como cabeza; y desde el estreno de Coco también han aparecido monigotes con la misma estética de la película, que recuerdan a la Catrina mexicana y al Día de Muertos. Además, los personajes clásicos que se hacen fotos durante todo el año suelen tener disfraces nuevos, como Daisy bruja o Donald disfrazado de Maléfica (de La bella durmiente). También puede haber otros personajes que salgan a hacerse fotos solo en esta época: un clásico es Jack Skellington de Pesadilla antes de Navidad, aunque algunos años también han aparecido los villanos de varias películas, como la bruja de Blancanieves o el Dr. Facilier de Tiana y el sapo.

Uno de los momentos más esperados, sin duda, es la cabalgata de Halloween. Suele ser una cabalgata más corta, con carruajes más pequeños y los personajes suelen ser los clásicos con alguno más raro; sin embargo, normalmente sale más de una vez al día y la cabalgata normal se mantiene, así que es un añadido que se aprecia.

Todo esto está incluido en el precio normal de la entrada, así que si eres especialmente fan de algo de ello (o de la temporada en sí) viene perfecto. Pero el apoteosis viene el 31 de octubre, con la fiesta de Halloween oficial. Este es un special event hard ticket event: una fiesta especial que ocurre fuera de los horarios habituales del parque y para la que hay que comprar una entrada aparte. Esta entrada suele costar unos 80 € por persona, tanto adulto como niño, aunque los pases anuales suelen tener descuentos, e incluyen al acceso a todas las actividades de la noche.

Estas fiestas especiales suelen empezar a las 7 u 8 de la noche y durar hasta la 1 o 2 de la madrugada. Durante ese tiempo hay algunas atracciones abiertas, suele haber una cabalgata (a veces la misma que durante el día con un par de cosas añadidas, otras veces es distinta y más espectacular), muchos personajes con los que hacerse fotos y una zona con DJ para que sea una verdadera fiesta. Algunos años han sido un poco decepcionantes, otros años han sido espectaculares; en general es un poco caótico porque hay mucha gente y solo tienes 5 o 6 horas para hacer todo lo que quieras. Por suerte, desde 2019 han empezado a hacer dos fiestas: una el último sábado del mes y otra el mismo 31 de octubre; así están menos masificadas pero ofrecen lo mismo.

Hay quien nunca se pierde un evento de Halloween, pero no necesitas acudir a él para disfrutas de la temporada en sí. A los fanes acérrimos les puede merecer la pena, pero si no es tu caso, no recomendaría gastarse tanto dinero en algo que probablemente no vayas a aprovechar.

NAVIDAD

Aquí estoy siendo totalmente parcial, pero tengo que decirlo: la Navidad es la mejor temporada de Disneyland París. Si bien Halloween dura apenas un mes, la Navidad dura dos meses enteros, desde principios de noviembre hasta la primera semana de enero. Vamos, que quienes odiéis ir al supermercado y ver mazapanes y turrones desde noviembre, tened cuidado con las fechas en las que venís a Disney.

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De forma similar a Halloween, las decoraciones cambian y aparecen guirnaldas por todas partes. Además, en los jardines aparecen muñecos de nieve con forma de personajes Disney y por todo el parque suena música navideña. No villancicos, eso sería un auténtico horror; pero la música ambiente que suena siempre por todo el parque tiene un aire invernal. Por si fuera poco, en el centro de Main Street aparece un árbol de Navidad enorme, lleno de adornos preciosos con luces de colores. Está todo cuidado al detalle, tanto que varias veces al día sale nieve artificial de los tejados de Main Street y sientes que nieva de verdad.

En esta época también los personajes cambian. Los clásicos aparecen disfrazados de motivos navideños, normalmente de rojo, verde o directamente como Santa Claus. Jack Skellington sigue presente, aunque esta vez vestido de Sandy Claws. Pero no solo eso: el propio Papá Noel tiene su casita, a la que puedes entrar a hacerte fotos con él. Además, también hay una segunda cabalgata, que sale dos veces al día. Aunque también es más pequeña que la cabalgata habitual, no por ello es menos bonita. Tiene a los soldaditos de plomo, todos los personajes clásicos y a Papá Noel en su trineo con sus elfos venidos del taller del Polo Norte.

Desde hace unos años, el 31 de diciembre también hay un evento especial de pago para celebrar el Año Nuevo. Funciona de manera parecida al de Halloween, con la diferencia de que las entradas suelen agotarse mucho antes. Además de la cabalgata, los personajes, la fiesta con el DJ y las atracciones, hay una cuenta atrás frente al castillo para celebrar las campanadas y luego fuegos artificiales, hasta que la fiesta termine entre la 1 y las 2 de la mañana.

Yo no recomendaría ir a Disneyland París a celebrar el 31 de diciembre, entre otras cosas porque hay muchísima gente; pero es verdad que ir y quedarte fuera a partir de la hora de cenar sería un poco triste. Una solución sería irse después a París a pasar allí las últimas horas del año, aunque si has estado en Disney desde la mañana quizá estés demasiado cansado. Si no, tienes espectáculos en el Disney Village, al que se accede gratis. Si estás seguro de querer pasar el 31 de diciembre en Disneyland París sí recomiendo ir al evento de fin de año, pero tienes que estar preparado a pagar alrededor de 150 € por persona.

Otras temporadas

Durante el resto del año se presentan otras temporadas cambiantes: algunos años han sido sobre la primavera, Star Wars, Marvel o Frozen. Estas nunca están garantizadas porque dependen en muchos casos de lo que The Walt Disney Company esté promocionando en ese momento o de qué película haya tenido mucho éxito. Además, al durar un par de años y luego desaparecer, Disney no suele invertir tanto dinero como para comprar carruajes y crear una nueva cabalgata. Sin embargo, esto no significa que no te lo vayas a pasar bien.

Durante la temporada de Star Wars han sacado varios personajes con los que hacerse fotos, como Chewbacca o Kylo Ren; suele haber una marcha imperial, con Stormtroopers paseándose por Walt Disney Studios; o incluso espectáculos con proyecciones en la Tower of Terror. En el caso de Marvel se lo trabajaron incluso más y podías ver a los personajes de Guardianes de la Galaxia bailando por la calle, un espectáculo de los Vengadores en el teatro y podías hacerte fotos con Spiderman, Capitán América, Capitana Marvel y demás.

En cuanto al parque Disneyland, normalmente hay una temporada en primavera y otra en verano. Debido al gran éxito de Frozen, los últimos años siempre han creado algo relativo a ese mundo, sea en invierno o en verano. Sin embargo, en 2020, desde principios de enero hasta mayo, se espera que la nueva temporada Frozen sea la más grande que han hecho hasta ahora: habrá un karaoke, un espectáculo con los personajes principales y podrás sacarte fotos con Olaf.

Estos últimos años han aparecido también dos temporadas que han tenido bastante éxito y, por lo tanto, es probable que vuelvan. La última es la de El rey león y El libro de la selva, que debutó en Disneyland París el verano de 2019, con varios espectáculos muy bailongos. La otra fue Piratas y Princesas, que empezó la primavera del 2018 y volvió en 2019, con una cabalgata y una cancioncilla bastante pegadizas. Aún no se sabe si volverán a realizarse en 2020, pero es posible que una de las dos sí vuelva en verano.

¿Merece la pena ir en época de temporada especial?

Como todo en esta vida: sí y no. Evidentemente si eres fan de Star Wars o Marvel y quieres ir a Disneyland París, ir durante esa temporada es incluso mejor. Puedes ver las mismas cosas que el resto del año con el plus de tener espectáculos y personajes que solo podrás ver durante ese mes específico. Además, la temporada de Navidad es preciosa y le da un extra de magia a la estancia en Disney.

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Sin embargo, si es tu primera vez en Disneyland París o en cualquier parque Disney, no va a ser más especial porque sea una temporada en particular o ninguna. La decoración «estándar» del parque es preciosa y hay espectáculos durante todo el año, por lo que no te van a faltar cosas que hacer. Al contrario, siempre te va a faltar tiempo. Yo diría que en algunas ocasiones, como en la antigua temporada de primavera, la decoración era incluso hortera y estaba mejor sin ella.

Si además vas a visitar el parque un solo día, tendrás un tiempo demasiado justo, así que ir entre temporadas puede ser mejor porque tienes menos distracciones y puedes ir directo a los clásicos que merecen la pena, como la cabalgata y los fuegos artificiales; en lugar de ver espectáculos menos impactantes.

Algunos consejos

Si tu idea es ir a ver una temporada en particular, mira siempre bien en qué fechas vas para evitar la temporada alta o altísima. Siempre hay unas semanas que el parque está más tranquilo, así que podrás ver lo mismo pero con menos agobios. Esto no es una ciencia exacta porque siempre hay sorpresas, pero sí tienes varias formas de ver cuándo habrá menos gente:

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Fíjate en las vacaciones escolares de los países cercanos. Si es festivo en Francia, habrá mucha gente, así que es muy aconsejable evitar puentes y vacaciones francesas: son el 50 % de los visitantes del parque y se nota. Después vendrían los ingleses, españoles, belgas o italianos, pero se nota menos. Por ejemplo: en Francia el 1 y 11 de noviembre son festivos, así que suelen tener puente e ir a Disney. Sin embargo, las dos últimas semanas de noviembre entre semana hay poquísima gente y ya es la temporada de Navidad. La primera semana de enero puede haber un poco de gente (si solo es festivo en España) o bastante (si es festivo en los países que no celebran los Reyes Magos, como Francia o Reino Unido). Sin embargo, las dos últimas semanas de diciembre son siempre infernales.

Finalmente, tienes que prestar atención a dónde se celebra la temporada. Navidad ocurre en los dos parques, pero es mucho más visible en Disneyland. Sin embargo, Marvel y Star Wars suelen celebrarse exclusivamente en Walt Disney Studios. Esto significa que si solo vas a ir un día, deberías plantearte bien a qué parque ir de los dos. Y si normalmente no aconsejo hacer los dos parques en un solo día, si además hay una temporada especial, con espectáculos y personajes extra, lo aconsejo muchísimo menos.

¿Cuál es tu temporada favorita?

¿A cuál hay que sí o sí y cuál ha sido la menos memorable?