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7 imprescindibles de París

París, la ciudad de las luces, cuna de la Ilustración, no es una ciudad que se pueda ver en un día o resumir en una pequeña lista de visitas clave. Pero no todos podemos pasarnos la vida entera conociéndola, así que no queda más remedio que resumirla lo mejor posible en una de esas horribles listas, en un Top Ten (esta vez Top Seven).

En un viaje ideal tendríamos más tiempo para ver más monumentos, o ver los mismos con más tranquilidad; pero si tienes un tiempo limitado y debes hacer una criba en el itinerario, esto es lo que mejor te ayudará a conocer París. Que Santa Genoveva me lo perdone.

1- La Torre Eiffel

Los clichés son clichés por una buena razón y sería triste irse de París sin ver la Torre Eiffel. La estructura es ya de por sí bonita, da igual que a los parisinos del siglo XIX les horrorizase. Pero incluso si te parece fea, hay que admitir que las vistas desde lo alto valen la pena.

Lo mejor para visitar la Torre no es simplemente subir, hacerse una foto y bajar. Hay que dedicarle su tiempo desde abajo hasta arriba. Puedes empezar bajándote en la estación Trocadéro y haciéndote fotos desde la plaza con el mismo nombre. La otra opción es bajarse en Bir-Hakeim, pero desde aquí las vistas son peores. Después te acercas poco a poco hacia la Torre y una vez debajo puedes hacerte más fotos, aunque te costará mucho que se vea la Torre entera. Otro lugar para hacerse fotos es el comienzo de los Campos de Marte, con la Torre al fondo, pero tienes que dar un paseo importante para llegar hasta allí.

Si no tienes tiempo o no te interesa, siempre puedes terminar la visita aquí, pero yo recomiendo subir y hacerlo hasta la cima. Puedes subir todo en ascensor, subir hasta el segundo piso andando y luego coger el ascensor o quedarte allí en la mitad. Sinceramente, ya tendrás tiempo de molerte los pies andando por la ciudad: paga el ascensor hasta la cima y olvídate de las escaleras. Una vez allí tómate tu tiempo dando la vuelta a la cima y párate a echar un vistazo en el segundo piso también. Si las alturas te dan un poco de respeto puede que ayude saber que la cima está completamente cerrada con rejillas, así que no vas a caerte.

Consejo: Coge las entradas con antelación. En la web oficial salen a la venta dos meses antes de la fecha y en temporada alta pueden agotarse rápido, así que mira la web con regularidad. Tendrás que estar allí a una hora determinada, así que sal con tiempo, prevé al menos 30 minutos para hacerte fotos y añádele un rato por si surge algún imprevisto (te pierdes, el metro tiene problemas, etc.)

Atención: la zona entre Trocadéro y la Torre Eiffel está llena de carterista y gente ofreciéndote souvenirs. Ten cuidado y vigila tus pertenencias.

2- Notre Dame

Notre Dame no es ni la iglesia más vieja ni la más grande de París, pero sigue siendo la más conocida, así que si no te haces al menos una foto los dioses del turismo lloran. Por suerte, es muy céntrica y si paseas por París seguramente la encuentres incluso sin buscarla, así que aunque no sea lo que más ilusión te haga ver, no vas a perder mucho tiempo y tendrás una foto preciosa para Instagram.

La entrada a la iglesia es gratis, pero para subir a las torres hay que pagar (y subir más escaleras…). Se puede comprar la entrada con antelación, así que ya sabes. Si no, ve con paciencia porque las colas puedes ser astronómicas.

Consejo: Ponte «El son de Notre Dame» cuando estés frente a la iglesia; o, si no tienes sentido del ridículo, cántalo delante de todo el mundo. Si eres fan de Victor Hugo, detrás de la iglesia hay un jardincito con bancos donde leer «Nuestra Señora de París» tranquilamente.

3- El Louvre

Ver el Louvre por completo significa pasarse días enteros viendo cada ala del museo. Sin embargo, ver el Louvre tan solo un poco sigue siendo una experiencia increíble, especialmente para los amantes del arte.

Como es casi seguro que no podrás verlo entero, lo mejor es informarte un poco antes de ir sobre qué obras hay y centrarte en lo que más te guste. Puede ser el arte egipcio, el griego y el romano, las pinturas italianas del Renacimiento o el siglo XVIII en Francia. Así no perderás tanto tiempo cambiando de un ala a otra y vagabundeando por salas que no te interesan.

En temporada media y alta el museo está bastante lleno. Para evitar las colas más grandes lo mejor es ir o nada más abrir por la mañana o por la tarde uno de los dos días que abre por la noche (miércoles y viernes). Además, el museo tiene varias entradas: la pirámide, la salida del metro (estación Palais Royal – Musée du Louvre) o dos escaleras subterráneas en el Jardín de las Tullerías. Si en la pirámide hay mucha cola, cualquiera de las otras entradas suele ser mejor. Los martes está cerrado y los lunes tiene mucha afluencia. Al igual que en otros monumentos, viene bien comprar la entrada con antelación.

Consejo: Tómate tu tiempo; no corras, pero si algo no te interesa, cambia a otra sala que te guste más. Lleva agua y algo para comer porque terminarás cansado.

4- Sagrado Corazón

Normalmente cuando visitamos iglesias visitamos iglesias viejas, por lo que el Sagrado Corazón de París es un caso un poco distinto. Se empezó a construir a finales del siglo XIX y se terminó en 1914, por lo que a penas tiene 100 años. Sin embargo, el tamaño y la ubicación han hecho que sea una de las iglesias más famosas de París.

Si bien la iglesia en sí es bonita, pero tampoco impresionante, ir hasta allí tiene otras ventajas que ayudan a que sea un lugar tan visitado. Está en Montmartre, que a veces parece más un pueblo con encanto que un barrio de París; está en lo alto de una colina, así que las vistas son geniales; y tiene unas escaleras y un jardín enfrente, por lo que puedes sentarte un rato y hacer fotos bonitas desde arriba y desde abajo.

Lo único malo es que está alejado del resto de monumentos clásicos de París. Aprovecha que has subido hasta aquí para ver el resto de lugares famosos de Montmartre: la plaza de los pintores, el Moulin Rouge, el mural de los «te quiero» o la cafetería de Amélie.

Consejo: Coge el funicular para subir hasta la cima. Es una monada y así dejas que los pies descansen.

5- El Arco del Triunfo

Al igual que la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo es bonito tanto para hacerte fotos desde abajo como para ver la ciudad desde las alturas. Aquí las fotos son un poco más difíciles de hacer (no salgas a la carretera a posar, por Dios), pero las vistas son preciosas.

Lo bueno del Arco del Triunfo es que abre hasta tarde. Lo malo es que la cola es enorme. Además, aquí no hay escapatoria: vas a tener que subir las escaleras hasta arriba. Buena suerte.

Consejo: Aprovecha que el Arco está al principio de los Campos Elíseos para darte un paseo por ellos después de haber subido hasta la cima.

6- Sainte Chapelle

La Sainte Chapelle es, sin ninguna duda, la iglesia más bonita de París. Al contrario que otras iglesias, como Notre Dame o el Sagrado Corazón, esta no se sigue usando para misa, solo como monumento, pero menudo monumento es. El techo es una explosión de color y las vidrieras y el rosetón te dejan maravillado. Si la ves con calma, también puedes admirar los bajos relieves de las paredes, donde se representan escenas de la Biblia.

La Sainte Chapelle, si bien sí es turística, no es uno de los monumentos más grandes ni más conocidos de París, por lo que no suele atraer a la gente que solo viene uno o dos días de visita. Pero si tienes una hora libre o quieres ver algo espectacular que no sea tan conocido, tienes que venir aquí.

Consejo: La Conciergerie está a unos pocos metros de la iglesia, así que si te interesa visitarla, puedes comprar un ticket dúo que da acceso a los dos monumentos.

7- Versalles

Versalles es el monumento más bonito de París, sin estar en París ni caber en una sola foto. Versalles es una visita de día entero, por lo que muchas veces la gente no lo visita o lo hace en una hora, y sin embargo, visitar París sin ver Versalles es perderse una joya.

Si solo te interesa porque es conocido y tiene mucho oro, como mínimo tienes que visitar el palacio y un poco los jardines. Si te interesan la historia o el arte, entonces tienes que dedicarle el día entero, verte los jardines tranquilamente y visitar el Grand y Petit Trianon.

Veas lo que veas, ve preparado. Lleva calzado cómodo (vas a pasar mucho tiempo de pie y andarás sobre gravilla), agua y comida (vas a andar 10 km fácilmente); llega temprano para evitar las peores colas; intenta no ir el domingo o el martes, que es cuando más gente hay; y coge la audioguía, que es gratis y sin ella es difícil entender todo lo que vas a ver.

Consejo: Ve «María Antonieta» de Sofia Coppola antes de ir. No solo porque es una buena película, sino porque te ayudará a entender mejor el palacio y luego durante tu visita reconocerás muchos de los lugares que salen en el film.

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